Las traducciones son generadas a través de traducción automática. En caso de conflicto entre la traducción y la version original de inglés, prevalecerá la version en inglés.
La tipología de Nwana y el auge de los agentes de software
La formalización del concepto de agente de software a mediados de la década de 1990 marcó un punto de inflexión en la evolución de los sistemas inteligentes. Entre las contribuciones más influyentes a esta formalización se encuentra el artículo fundamental de Hyacinth S. Nwana, Software Agents: An
En este paper, Nwana analiza el estado de la investigación de los agentes de software e identifica una divergencia creciente en la forma en que se definían e implementaban los agentes. El paper destaca la necesidad de un marco conceptual común y propone una tipología que clasifica a los agentes según sus capacidades clave. Analiza los sistemas de agentes representativos del mundo académico y de la industria, distingue los agentes de los programas y objetos tradicionales y describe los desafíos y las oportunidades de la computación basada en agentes.
Nwana hace hincapié en que los agentes de software no son un concepto monolítico, sino que existen en un espectro de sofisticación y capacidad. La tipología sirve para aclarar este panorama y guiar el diseño y la investigación futuros.
Nwana define un agente de software como una entidad de software que funciona de forma continua y autónoma en un entorno determinado, que a menudo está habitado por otros agentes y procesos. Esta definición hace hincapié en dos características clave:
-
Continuidad: el agente opera de forma persistente en el tiempo, sin requerir una intervención humana constante.
-
Autonomía: el agente tiene la capacidad de tomar decisiones y actuar en consecuencia de ellas de forma independiente, en función de su percepción del entorno.
Esta definición, combinada con la tipología de agentes de Nwana, hace hincapié en la autoridad delegada (a través de la autonomía) y la proactividad como características fundamentales de los agentes. Distingue entre agentes y subrutinas o servicios al destacar la capacidad del agente para actuar de forma independiente en nombre de otra entidad e iniciar un comportamiento que persiga objetivos, en lugar de responder únicamente a órdenes directas.
La tipología de agentes de Nwana
Para diferenciar aún más entre los distintos tipos de agentes, Nwana presenta un sistema de clasificación basado en seis atributos clave:
-
Autonomía: el agente opera sin la intervención directa de personas u otras personas.
-
Habilidad social: el agente interactúa con otros agentes o humanos mediante el uso de mecanismos de comunicación.
-
Reactividad: el agente percibe su entorno y responde de manera oportuna.
-
Proactividad: el agente muestra un comportamiento orientado a un objetivo al tomar la iniciativa.
-
Adaptabilidad y aprendizaje: el agente mejora su rendimiento con el tiempo gracias a la experiencia.
-
Movilidad: el agente puede moverse entre distintos entornos de sistemas o redes.
Desde la tipología hasta los principios de los agentes modernos
El trabajo de Nwana sirvió tanto de taxonomía como de lente fundamental a través de la cual la comunidad informática pudo evaluar las formas cambiantes de agencia en el software. Su énfasis en la autonomía, la proactividad y el concepto de actuar en nombre de un usuario o sistema sentó las bases para lo que ahora consideramos un comportamiento agencial.
Si bien las tecnologías y los entornos han cambiado, especialmente con el auge de la IA generativa, la infraestructura sin servidores y los marcos de orquestación multiagente, las ideas fundamentales del trabajo de Nwana siguen siendo relevantes. Proporcionan un puente fundamental entre la teoría primitiva de los agentes y los tres pilares modernos de los agentes de software.